top of page
Blog: Blog2

F(r)acturas

  • Foto del escritor: Carlos Rodríguez Mora
    Carlos Rodríguez Mora
  • 7 abr 2019
  • 2 Min. de lectura

Subidas de luz que coinciden con la tensión eléctrica de nuestro carácter, incrementos en los pagos mensuales que copan las llegadas a fin de mes, crisis existenciales al ver que no llegas, suma de facturas que provocan fracturas.


No es en vano la preocupación, afrontar la pura realidad de la dificultad, de la crueldad del primer mundo, esa que muchos desconoces, esa que muchos padecen. Entre lujos y oportunidades los rostros afloran, entre luces translucidas que desempañan lo que nuestras máscaras ocultan, un telón de fondo se cierra, un personaje sale a escena, una representación de época la que nos han ofrecido en esta maldita tragedia.


Sin embargo, la interpretación es real, no es nada por lo que aplaudir. La contundencia del público sorprende a los ciudadanos que pasean tranquilamente por la calle, esa soberbia saca de quicio a la sociedad. Van de un lado para otro sin nadie que los pueda decir nada, se despreocupan de cualquier posibilidad porque toda con la que se encuentran les es real. La palabra quizás no les es conocida, la afirmación “sí” es para ellos la cotidianidad del día.


Entre sus sombras emergemos, la calderilla es nuestro dinero, sus problemas son los nuestros, nuestra vida un sencillo trámite comparado con sus sueños. Una obra perfecta para ellos, una tragedia sin más, un paso del tiempo que creen irreal, vidas a las que no aportan sentido porque nunca las han conocido.


Mientras, el paso del tiempo nos ahoga, las facturas se acumulan, las cartas del banco no cesan, una lágrima se desprende y cae a una hoja, la tinta se corre y la vida se para, la tinta se corre y el problema no se soluciona. Fracturas en la hoja de papel, fracturas en nuestras vidas, fracturas en la vida de los espectadores al no entender que la vida no es la suya, sino la obra que no están comprendiendo.


Se baja el telón, el público vuelve a aplaudir. Esta vez, el protagonista no es un actor, está vez los protagonistas son las facturas que han provocado la tragedia real que han propiciado la locura oculta de la realidad social.

Comments


©2019 by Bala Perdida. Proudly created with Wix.com

bottom of page