Corazón perdido
- Carlos Rodríguez Mora
- 15 abr 2019
- 1 Min. de lectura
No es casual el miedo del silencio,
es voraz y rítmico en su intento
en la devoción de querer comerse cada uno de nuestros intentos,
pausado y tenaz,
insistente y rapaz
lucha ante cada abismo de esperanza
recorriendo todos los rincones de nuestra alma.
Impasible como el oleaje del mar,
abrumador como el gritad del viento,
persuasivo como la caída del agua de la cascada
susurrante como los pájaros al despertad.
Nunca se rinde y nunca se calla,
aísla mis pensamientos y los suyos,
recorre cada vena de mi cuerpo,
suyos son los sentimientos,
nuestros los sufrimientos.
Te olvido y no quiero,
te quiero y no puedo.
Busco una salida
de este recóndito rincón.
Acorralado ante el fruto de una pasión,
perdido como el niño
busco una mano a la que agarrarme
y poder perder auxilio.
Nadie me escucha,
nadie está dispuesto a ayudarme,
mientras yo muero,
mientras mi corazón espera,
espera en el rincón perdido
de la tempestad de la noche
en el lugar en el que siempre estuvo y
en el que siempre estuvo perdido.
Sin sentimientos y sin alma,
solo,
sin sentidos,
sin ti.
Perdido.
Comments